Entra en la
sala que ha estado temiendo durante dos días. Avanza por una alfombra que se
extiende hasta el final, donde espera el juez. Nunca se habría imaginado que en
el campamento hubiera una iglesia, ahora se encuentra ahí, con dos hileras de
bancos a su derecha y su izquierda. No es una iglesia muy especial, como mucho
tiene tres jesucristos colgados en la pared y unos pocos ángeles pintados en el
bajo techo. La salita tampoco es que sea muy grande.
Sigue
avanzando hasta por fin llegar a estar en frente del ‘’juez’’. A la derecha de
este están su padre y Dereck. A su izquierda está el sargento al que pegó un
tiro, que por lo que ve, esta mas que vivo, aunque tiene el pecho y el brazo escayolados.
-Bienvenido,
John Resfield- Dice el juez.
-Malvenido,
John tepegountiroporquetemeponesenmedio- Dice el sargento escayolado.
-Le ruego
que se calle, sargento Treck.
Treck parece
hacer caso, ya que se pone comodo en su silla y no dice ni mu. No para de sonreír.
-Vamos a observar
los echos.- Dice el juez.- Sargento Treck, ¿cual es la razón por la que quiere
sentenciar a este nuevo soldado?
-Me pegó un
tiro en mi preciado brazo derecho, con el que suelo disparar, la batalla contra
Trambel está muy cerca y con esto no creo que pueda matar mucho. Pido
sentenciar a este muchacho a seis latigazos y destierro del campamento por
atacar sin motivo alguno a uno de sus mayores.
-Tendría que
haberte disparado en los huevos, cabrón.- Le grita John.
-¡John!-Exclama
su padre- ¿Quieres callarte?
-Ademas del
claro ejemplo que tiene este niño de poca disciplina.-Sigue Treck.
-John,
tienes la palabra.-Dice el juez ignorando la ultima frase de Treck.
-Yo…No lo
hice a propósito.
Segundos de
silencio.
-¿Nada mas?-pregunta
el juez.
-Nada mas.
Gracias.
-¿Alguien
que quiera salir en defensa del acusado?- Nadie habla. John no sabe que decir,
sabe perfectamente que lo que a echo no tiene excusa ni explicación que lo
defienda. Su padre es su salvación y no hace más que mirar a John con asco.- Pues
entonces, si nadie sale en su defensa, el chaval queda condenado a solo tres
latigazos.- Por lo menos el juez ha sido algo generoso- Y destierro del…
-Espere.-Es
la voz de Dereck.-Tengo algo que decir. Este chaval puede que no sea gran cosa
y que agredir a un sargento de alto rango está prohibido. Pero el chico no sabía
lo que hacía, estaba en un momento de rabia e impotencia.
-Miente.-Dice
Treck.- Lo único que quiere es quedar bien con el padre del niño.
-Le ordeno
que se calle-Se dirige el juez a Treck- o el que estará sentenciado a tres latigazos
será usted.
Treck se
calla.
-¿Nada más?-Pregunta
el juez.
-Nada más-Responde
Dereck
-Pues me
retiro de la sala un momento. En seguida vuelvo con mi sentencia.
Pasa un rato
realmente insoportable para John. Ojala Dereck se hubiese callado. Prefiere
salir de ese campamento antes que quedarse ahí. Nadie habla, todos están en
silencio y ni se atreven a decir nada. Lo único que nota John es la mirada
agresiva de Treck y la mirada intimidante de su padre.
Pasados unos
minutos, el juez vuelve con noticias y se pone en el lugar donde estaba.
-Yo y dos de
los jueces que hemos reunido-Dice el juez con voz temblorosa- hemos decidido
que John Resfield… no será desterrado. Sino que será fusilado.
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