martes, 26 de noviembre de 2013

Capitulo 4 Parte 2

-Espera-Isa se para en el borde de un edificio y mira que no haya soldados alrededor.-Vamos.
Ella y Ane pasan casi corriendo de edificio en edificio, si las viesen estarían perdidas. Las dos. Así que van con cuidado, aunque Ane vaya más pendiente a sus propios pensamientos que a otra cosa. Vale, ya están dentro, ha sido fácil entrar, simplemente Isa a entrado primero y le a dejado un casco. El casco le molesta, pero se tendrá que conformar, si la ven y saben quien es, si que estará metida en un verdadero lío.
-Quedan cinco minutos para los latigazos-Susurra Isa- tenemos que darnos prisa.
-Este uniforme que me has dado no es que me haga muy ligera que digamos.
-Anda ya, si estas muy delgada. Y baja la voz, te van a oír.
Isa para de nuevo. Un soldado pasa por su lado, ella se queda mirándolo. Va armado, y tiene dos pistolas, han tenido suerte. Coge la pistola que ya tiene y con sigilo se pone detrás de éste, le coge del cuello y lo lleva hasta el callejón en el que estaban, le pega a la pared con fuerza y le tapa la boca.
-Dime, donde se celebra el fusilamiento de John Resfield.
-¿Isabelle?-El soldado sabe perfectamente quien es.
Isa le reconoce inmediatamente, definitivamente han tenido mucha suerte. Ese hombre estuvo discriminándola desde que llegó ahí, En seguida piensa que esta puede ser la hora de su venganza para joderlos a todos, desde luego hoy va a quedarse mas que a gusto.
-En la plaza central.-Dice este mientras se revuelve y la mira con asco.
-Perfecto. Muchas gracias, hombretón.
 Le aprieta con el codo el cuello, éste mira al cielo un segundo, Isa aprovecha para sacar uno de sus cuchillos y hacer con ese soldado lo que tendría que haber hecho con todos.
El hombre cae al suelo, e Isa aprovecha para coger las dos pistolas y una pequeña daga que lleva.
-¿Sabes usar esto?-Pregunta a Ane.- Hoy no seas débil, te lo recomiendo, pequeña.
-Primero, no me llames pequeña, te lo agradecería, y segundo, jugué de pequeña a liarme a tiros con pistolas de madera con mi hermano mayor ya muerto ¿Eso cuenta?
-Primero, te llamo como quiera, PEQUEÑA, y segundo, digamos que podría contar. Toma.
Isa le da una pistola y la daga, ella se queda con dos pistolas, cree que con eso tendrá suficiente. Al dárselas se rozan las manos, y se miran por un segundo a los ojos, Ane se pierde en los ojos de Isabelle, y al revés.
Suenan unas campanas. Las que avisan que va a empezar todo.
-Esta vez puedo decir que jodida por la campana.-Habla Isa.- Ya no hay problema, todo el mundo está en la plaza, así que podemos ir tranquilamente sin miedo a encontrarnos un imbécil.
Ane se sonroja. Las dos se dirigen hacia la plaza a paso ligero.
-Empuña bien la pistola, pequeña-Isa parece tranquila- si ves que te quedas sin arma o sin balas, saca tu daga y acuchilla a todo el que se te ponga por delante.
A Ane le late el corazón demasiado deprisa, está muy, muy nerviosa.
Por fin, se oye a la gente hablar desde la plaza, se guían por el sonido. Se paran en una esquina donde ven la escena perfectamente, la gente está apelotonada en el otro lado de la calle y una plataforma en el medio sujeta un enorme poste de madera gruesa, en el que hay unas cuerdas colgando.
-Puedes quitarte el casco.-Le dice Isa.-Si hacemos esto, lo hacemos con valentía y dando la cara. Esperaremos a que acaben con los latigazos y luego entraremos en acción cuando empiecen a situarse para disparar.
-Vale.-Ane se quita el casco y lo tira al suelo, Isa la imita.
-¿Vale? Me estoy jugando mi puesto con esto por ti, chata, así que no me vengas con vales y venme con un “Vamos a matar a esos cabrones, Isabelle”
-Vamos a “Fusilar” a esos cabrones, Isabelle- Ane sonríe.
-Así mejor, vete preparando, y ten el arma lista por si acaso.
Ane observa por el hueco que le deja ver su amiga. No hay mucho que ver, se ve la iglesia, un puñado de gente y unos pocos edificios alrededor, la plaza tampoco tiene nada en especial, una fuente en un lateral, unos pocos bancos… empieza a dudar si esto es un campamento militar o la plaza de un pueblo.
Y enseguida ve a John. La gente, la mayoría soldados iniciados, le dejan pasar, está con la cabeza gacha, sin camisa, dejando al aire su cuerpo, vamos a ser sinceros, no muy perfecto. Cuatro guardias le acompañan con sus respectivas pistolas, a los lados de la plaza hay mas guardias, vigilando.
-¿Y por que no atacamos ahora?
-Si atacamos en el momento del fusilamiento, su padre, su hermano y hasta el sargento Dereck pueden ayudarnos, ¿oh piensas que dos mujeres indefensas podemos con tantos guardias? Contando también con el alabado y experimentado comandante.-Responde Isa riendo.- Tranquilízate, todo va a salir bien.
Dirigen a John hasta la plataforma y ahí lo agachan, a John se le ve indefenso. Isa y Ane logran ver a lo lejos acercarse al comandante y a Treck, con una sonrisa perfecta en la cara, Ane observa entre la gente y ve al padre de John y a su hermano, al lado hay un hombre alto y moreno con rostro serio, supone que ese será el tal Dereck. Ane siente que alguien la mira. Es el padre de John, que la mira con cara de sorpresa y desconcierto, pero inmediatamente sonríe y se lo dice al hermano. Este no pone tan buena cara.


-No me fiaría de ella-Dice Jack mientras mira con desconfianza a Ane- si viene a salvar a John poco va a poder hacer ¿Y quien es la que la acompaña, una de su grupito de amiguitas o qué?
-Jack, esto nos favorece, si queremos sacar a John de ahí lo que mas necesitamos es ayuda, y por lo que veo van armadas.
Patt se fija en la otra chica.
-Además, creo que no es precisamente una mala ayuda-Dice al reconocer a Isabelle.
-Padre, si salimos vivos de esta, ¿qué hacemos?
-No lo sé, hijo, ten en mente primero la misión de salir vivos de aquí, si es verdad lo que has oído, no dudarán en matarnos a todos los Resfield, pero ten algo en cuenta, en cuanto salgamos de aquí vamos echando ostias a por tu madre y tu otro hermano, tampoco dudarán en dirigirse al poblado y cargárselos si no logran hacernos nada.
-Espero que esto salga bien.


John está cansado. Lo único que lo sujetan ahora son unas cuerdas, y a lo que le sujetan es al dolor, a nada mas. Prefiere no pensar en nada, simplemente en que hoy puede ser su ultimo día, y en Ane, ni siquiera se pudo despedir de ella, quiere irse de ahí, quiere volver a los viejos tiempos. Mira al suelo. Está perdido. Una lagrima corre por su mejilla, <<No John, ahora no llores>> Se dice a si mismo <<Sé fuerte>>
Oye pasos tras él. Es el momento de sufrir, dentro de media hora, el de morir. Oye también el sonido de algo que resbala, y una voz.
-Yo, comandante de este campamento, pido que John Resfield cumpla con su condena, a partir de este momento.
Cierra los ojos. Está preparado. Le agachan mas hasta casi estar a la altura del suelo.
Y siente el dolor, el primer latigazo. Es terrorífico. Ya le duele toda la espalda, y solo a sido el primer golpe. Faltan dos.
Y ahí llega, el segundo.
No puede evitar soltar un grito de dolor. Le escuece mucho.


Ahora se encuentran agachadas, si el padre les ha visto quien sabe quién mas puede verlas. Ane solo quiere llorar, es ver así a su amigo, y le entran ganas de darle con el mismo látigo al tal Treck. Sabe que si sigue mirando va a llorar. Así que aparta la mirada. Isa la mira con pena y le da un abrazo de ánimos rápido.
-Preciosa, recuerda lo que te voy a decir-Le susurra a la oreja.- En esta vida tienes que ser valiente. Y enfrentarte a todo lo que se te ponga por delante, así que en vez de una cara de tristeza, quiero ver una cara de fuerza.-Ane mira  Isa sonriente.-No eh dicho que sonrías, he dicho que en un cuarto de hora mates a esos tíos
-Gracias, Isa.
-¿Por qué?
-Por todo.


Tercer y ultimo latigazo. Siente rabia, pero sobretodo impotencia. Sigue mirando al suelo, no se atreve ha mirar a otro sitio. Le duele todo el cuerpo, está temblando. Le dejan un rato ahí, tirado, hasta que suenan otra vez las campanas. Las siete. Ha llegado la hora. Nunca habría pensado que iba a morir tan pronto y encima asesinado por su propio padre y su hermano. Nota que le desenrollan las cuerdas y le levantan hasta llevarlo enfrente de la fuente, asique no solo quieren matarle a tiros, sino también después de eso quieren que caiga a la fuente para bañarla con su sangre. Los limites de agresividad de esa gente son incomprensibles. Pero, ¿por qué está pensando en eso sus últimos minutos de vida?
Le ponen derecho, John intenta no caerse, le resulta prácticamente imposible. Las personas que van a dispararle ya están apuntando con las armas.
Está al borde de una fuente y con cuatro armas apuntándole al pecho. Es el fin.
Pero a partir de ahí todo es confuso, oye un <<¡¡No!!>> Esa voz… y ve a su padre disparar al comandante que estaba observándolo todo desde su puesto.
-¡Esto por querer matar a mi familia, capullo!-Le oye gritar. La gente empieza a moverse a su alrededor, y ve a dos chicas, una de ellas, Ane.


Isa apunta a un sargento que la mira con odio y rencor  y a un soldado. Por suerte, el comandante ya a sido eliminado, todo está saliendo como quería. Tiene a muchos soldados a su alrededor, también distingue algún sargento, a su derecha tiene a Ane, apuntando a Treck, cuando éste mismo apunta a John.
-Ni se te ocurra-Le grita.
Dos hombres armados, que Ane supone que también son soldados, se ponen al lado de Treck. Éste susurra algo a uno de ellos.
-Dispararme, y el chico está muerto.-Le dice Treck apuntando todavía a John.
A la izquierda de Isa están Dereck y Jack, que también apuntan a unos soldados demasiado cercanos. Y el padre de John, que apunta a otro de los soldados que está al lado de Treck.
-Algo está claro aquí-Dice Treck.- Si nadie empieza con esto, tendré que hacerlo yo.
Treck apunta al padre de John, Patt, y le dispara en todo el pecho, le da de pleno.
-¡NOO!, ¡NO! ¡NO!- Ane Oye a Jack gritar desesperadamente.
Aprovecha ese momento para ir hacia John, pero no llega a tiempo. Suena un disparo, y John cae al interior de la fuente.

-¡¡¡JOHN!!!

El grito queda en el aire.

Capitulo 4 Parte 1

<<Donde estará esta chica…>> Piensa Isa mientras espera a Ane. Tiene noticias muy recientes, y no son precisamente buenas. Por fin la ve corriendo hasta donde se encuentra. Es genial, pero ahora no está para pensar en esas cosas, está nerviosa por cómo puede reaccionar Ane ante lo que le va a contar.  Las dos se miran.
-Buenas tardes, sargento.-Dice Ane riéndose, pero parece que Isa no se lo toma muy bien, ya que tiene el rostro muy serio.- ¿A qué viene esa cara?
-Chica, tengo malas noticias.
-¿Tan grabes son como para tener esa cara que tienes?
-Chiquilla, escúchame.
-Te escucho.-Ane se pone seria, algo no va bien.
-Tu amiguito ha metido la pata hasta el fondo.
-¿Por qué dices eso?
-Los jueces ya han decidido y publicado su sentencia. Tres latigazos y fusilamiento.
Ane palidece inmediatamente.
-Fusi…-Susurra con una mano tapándole la boca.
-Fusilamiento-Dice Isa con pena, ya sabes, unos cuantos tíos pegándole unos cuantos tiros a la vez. Me e enterado de los que lo van a hacer, el padre, el hermano y uno de los sargentos llamado Dereck tendrán que disparar y el sargento Treck, que es el que lo ha liado todo.
Ane escucha las palabras de su nueva amiga. Esto no puede estar pasando. Eso es lo que piensa, pero sabe que sí está pasando, desea con todas sus fuerzas que Isa le esté gastando una broma, pero por lo que ve no es ninguna broma. ¿Y ahora? ¿Qué puede hacer?
Ella nada, podría colarse en el campamento con ayuda de Isabelle, pero sería demasiado arriesgado, metería en líos a Isa y lo único que haría es estorbar un poco. Pero ¿Y si tiene suerte? ¿Y si sale todo bien? Su cabeza está hecha un lio, se siente impotente. Por fin, se decide.
Isa ha estado cayada durante un rato, y Ane no se ha mostrado en la labor de hablar mucho.
 -¿Sabes la hora de ese fusilamiento?-Pregunta por fin.
-He oído que a las seis y media, los latigazos, a las siete, el fusilamiento.-Mira el reloj, pensando ya en lo que piensa Ane.- Faltan veinte minutos.
-Pues necesitaré tu ayuda

lunes, 25 de noviembre de 2013

Capitulo 3 Parte 2

Un día antes.

-Me alegra que vengas a hacerme compañía,-Isa mira tras los arboles, ah la inmensa ciudad que ya casi esta a oscuras, son las ocho de la noche.- esto normalmente está muy solo y no hay nada que agradezca más que estar con alguien.
-No tengo nada que hacer, este poblando es muy aburrido…
Silencio incomodo.
-¿Crees que invadiréis Trambel? Ellos son muchos mas
-Nosotros somos más inteligentes que ellos, podremos con todo lo que se nos ponga por delante.
-¿Tú lucharás?
-Estos tios no me dejan ir, ya sabes, por cuestiones de machismo, pero no me costará nada colarme.
Ane observa a Isa, que tiene el casco puesto. Ambas están sentadas en el suelo y Ane se come una manzana.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Sueltala.
-¿Conoces a John Resfield?
-Me suena de algo. Eh oído hablar de que ya se a metido en líos ¿Por qué preguntas?
-Quería saber si hacía guardia.
-No chiquilla, los nuevos soldados no hacen guardia.
-Ah vale. ¿Sabes en que líos se a metido el muy cabrón?
-Me han dicho que se va a someter mañana a juicio por pegar un tiro a un sargento de alto rango. Se ve que a tu amiguito le gusta llamar la atención.
Ane se queda perpleja. ¿Enserio su amigo a hecho eso? Si es pura ternura, no puede ser.
-¿Como pueden llegar a castigarle?
-Tienen muchas maneras de sentenciar a alguien, pero teniendo en cuenta que los jueces no tienen mucha experiencia, ya que son sacados de la manga, no se como actuaran.
-Espero que no le pase nasa-Ane esta muy preocupada.
-Tranquila, sabrá protegerse solo.
-Bueno- Ane se levanta y se sacude los pantalones- Me tengo que ir, mi madre no me deja hasta muy tarde las noches de verano.
-¿Las de invierno si?-pregunta Isa levantándose también.
-En invierno me deja hasta las diez como mínimo, dice que en verano las hormonas de los tíos se vuelven locas.
-Tiene toda la razón, deberías hacerla caso y no quedarte hablando con un sargento mas salido que la punta de una mesa.
Se ríen.
-Bueno, me tengo que ir.-Ane está a punto de darse la media vuelta cuando Isa la pone en frente suya.
-¿No piensas darme un abrazo de amigas?-Se ríe- Porque somos amigas, ¿No?
-Si...Claro- Ane se pone roja
Las dos se dan un abrazo y Ane enseguida se va alejando.
-¡Mañana vente por la tarde!-Grita Isa a última hora-¡Te daré noticias de tu problemático amigo!
-¡Vale!-Grita ahora Ane respondiendo- ¡Muchas gracias!
Pero lo que Ane no se imagina en ese momento es que mañana será un día muy amargo.

Ese mismo día.
Jack pasea por el pasillo del edificio de residencia, donde la mayor parte de soldados ya duermen, está bastante cansado pero quiere ir a ver a uno de sus amigos y comentarle qué tal le ha ido el entrenamiento con metralleta, ah sido realmente un subidón de adrenalina impresionante. También piensa en lo imbécil que a sido su hermano John al hacer lo que a echo, les a metido a todos en un buen lio.
Sigue caminando hasta que oye unas voces tras una puerta. Se para en frente, lo que acaba de oír no le gusta nada.
-¿Y Patt? Qué hacemos con él.
Reconoce esa voz. Es del sargento Treck.
-Matarlo, eso está más que claro.
Y esa voz también. El comandante Zack.
-Pero comandante, Patt puede hacer un gran juego en el plan, no es conveniente eliminarlo.
-¿Qué es conveniente entonces, imbécil?
-No lo sé, pero si lo que queremos es eliminar Tamriel lo ultimo que necesitamos es a un Resfield que no haga mas que estorbar.
-¿Entonces? La única manera es matar al chico, al padre y al hermano. Esa familia puede traernos verdaderos problemas, el comandante Chuss nos espera en el Gobierno y como vea a Patt a menos de cien metros, ten por seguro que cancelará los planes ¿O te recuerdo que Patt mató a la mujer de Chuss simplemente por envidia? El trato era claro, él nos ayuda a invadir Tamriel desde el interior del gobierno y nosotros eliminamos a Patt. Es fácil.
-¿Y como lo matamos?
-Ya veremos, de momento vamos a empezar por el pequeño.
-Perfecto, que le hacemos al  pequeño John.
-Simplemente convencer al juez civilizadamente.
Ríe.

Capitulo 3 Parte 1

Entra en la sala que ha estado temiendo durante dos días. Avanza por una alfombra que se extiende hasta el final, donde espera el juez. Nunca se habría imaginado que en el campamento hubiera una iglesia, ahora se encuentra ahí, con dos hileras de bancos a su derecha y su izquierda. No es una iglesia muy especial, como mucho tiene tres jesucristos colgados en la pared y unos pocos ángeles pintados en el bajo techo. La salita tampoco es que sea muy grande.
Sigue avanzando hasta por fin llegar a estar en frente del ‘’juez’’. A la derecha de este están su padre y Dereck. A su izquierda está el sargento al que pegó un tiro, que por lo que ve, esta mas que vivo, aunque tiene el pecho y el brazo escayolados.
-Bienvenido, John Resfield- Dice el juez.
-Malvenido, John tepegountiroporquetemeponesenmedio- Dice el sargento escayolado.
-Le ruego que se calle, sargento Treck.
Treck parece hacer caso, ya que se pone comodo en su silla y no dice ni mu. No para de sonreír.
-Vamos a observar los echos.- Dice el juez.- Sargento Treck, ¿cual es la razón por la que quiere sentenciar a este nuevo soldado?
-Me pegó un tiro en mi preciado brazo derecho, con el que suelo disparar, la batalla contra Trambel está muy cerca y con esto no creo que pueda matar mucho. Pido sentenciar a este muchacho a seis latigazos y destierro del campamento por atacar sin motivo alguno a uno de sus mayores.
-Tendría que haberte disparado en los huevos, cabrón.- Le grita John.
-¡John!-Exclama su padre- ¿Quieres callarte?
-Ademas del claro ejemplo que tiene este niño de poca disciplina.-Sigue Treck.
-John, tienes la palabra.-Dice el juez ignorando la ultima frase de Treck.
-Yo…No lo hice a propósito.
Segundos de silencio.
-¿Nada mas?-pregunta el juez.
-Nada mas. Gracias.
-¿Alguien que quiera salir en defensa del acusado?- Nadie habla. John no sabe que decir, sabe perfectamente que lo que a echo no tiene excusa ni explicación que lo defienda. Su padre es su salvación y no hace más que mirar a John con asco.- Pues entonces, si nadie sale en su defensa, el chaval queda condenado a solo tres latigazos.- Por lo menos el juez ha sido algo generoso- Y destierro del…
-Espere.-Es la voz de Dereck.-Tengo algo que decir. Este chaval puede que no sea gran cosa y que agredir a un sargento de alto rango está prohibido. Pero el chico no sabía lo que hacía, estaba en un momento de rabia e impotencia.
-Miente.-Dice Treck.- Lo único que quiere es quedar bien con el padre del niño.
-Le ordeno que se calle-Se dirige el juez a Treck- o el que estará sentenciado a tres latigazos será usted.
Treck se calla.
-¿Nada más?-Pregunta el juez.
-Nada más-Responde Dereck
-Pues me retiro de la sala un momento. En seguida vuelvo con mi sentencia.
Pasa un rato realmente insoportable para John. Ojala Dereck se hubiese callado. Prefiere salir de ese campamento antes que quedarse ahí. Nadie habla, todos están en silencio y ni se atreven a decir nada. Lo único que nota John es la mirada agresiva de Treck y la mirada intimidante de su padre.
Pasados unos minutos, el juez vuelve con noticias y se pone en el lugar donde estaba.

-Yo y dos de los jueces que hemos reunido-Dice el juez con voz temblorosa- hemos decidido que John Resfield… no será desterrado. Sino que será fusilado.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Capitulo 2 Parte 2

Ane termina de comer un potaje hecho por su madre lo más rápido que puede, mientras lo hace, piensa en cómo su vida a cambiado. Antes vivían en Tamrel, esa ciudad llena de gente asquerosa, pero por lo menos tenía un buen filete a la plancha que comerse, ahora tenía que conformarse con un potaje mal hecho en esa casa tan sucia. Aunque ella no es tiquismiquis, se conforma con como mínimo estar algo cerca de John. Ella tiene muy claro que su amigo siente algo por ella, pero no está dispuesta a nada, no quiere dañar a su amigo y además, no quiere contarle el secreto tan guardado que tiene para no dañarle, un secreto que si sale a los ojos de todo el mundo puede llegar a salir mal parada.
Acaba de comer deprisa y decide ir al baño un momento y limpiarse la cara antes de irse. Cuando llega y se lava la cara, se mira al espejo. Tiene la camiseta algo arrugada, y el pelo hecho una trenza, pero no importa. Pero falta algo. Ah, casi se le olvida.
Coje un pequeño bote de lentillas que tiene encima del lavabo y lo abre, observa sus ojos azules. Siempre los a odiado, la gente siempre dice que los ojos azules son perfectos, y a ella no le gusta la perfección, piensa que tanta perfección a veces cansa.
Se pone las lentillas y se observa de nuevo. No esta muy bien vestida pero da lo mismo, solo va a ver a John al campamento militar y preguntarle que tal le han ido las pruebas.
-Mama, me voy- grita cuando sale al recibidor.
-De acuerdo, pero no vuelvas tarde, dentro de dos horas oscurece niña mía.
-Que no me llames niña joder-Dice poniendo los ojos en blanco y sujetando ya el pomo de la puerta para salir.
-¡No digas tacos!
Ane sale de casa y baja el pequeño porche hasta pisar un suelo lleno de piedras y tierra seca, no quiere perder mas el tiempo, asique corre hacia el campamento todo lo que puede. Envidia a John, ella siempre ah querido sujetar el arma y poder matar a alguna gente del gobierno sin que la metan en prisión.
Llega pronto. Simplemente atraviesa unas cuantas casas, dos tiendas  y pasa por un atajo. Cuando se sitúa frente a la entrada del campamento cerrada, ve a un guardia en la puerta con un casco puesto.
Se acerca a él.
-Que haces aquí, niña-Habla el soldado con voz femenina.
Ane intenta retener sus ganas de pegar un buen puñetazo al soldado, o la soldado. Simplemente mira a través del casco que lleva la mujer. Efectivamente tiene facciones de chica.
-Eh…Vengo a hacer una visita a uno de los soldados.
-Eso no puede ser, los soldados no pueden recibir visitas desde esta mañana, asique si no te importa señorita, puedes volver con tu mami.
-¿Cómo?-¿Qué estaba pasando? John le había dicho que hasta dentro de unos días no se iba a ir, ¿Por qué no puede verle?- ¿No puedo ni despedirme?- dice algo preocupada.
-No
-Capulla…-susurra Ane.
-Estaré quieta aquí todo el día, pero eso no me impide oír, señorita.
-¿Desde cuándo admiten aquí mujeres?
-Desde que maté yo misma con mis manos a uno de los agentes más importantes en el gobierno chavalina.
-¿Y te aceptaron?
-¿No me ves?
-Sí, te veo perfectamente, pero me refiero a que si no hubo problema.
-Tuve que enfrentarme a dos sargentos un poquito machistas, pero en cuanto les amenacé con un solo cuchillo cambiaron de opinión, los machistas normalmente piensan en la mujer como algo inofensivo y a lo que no se puede dañar. Bueno, los machistas y los huevones. Por lo que no dudaron en aceptarme aquí.
-Yo podría….
-¿tu? Si tan solo eres una niña.
-Tampoco soy tan pequeña.
-Tienes razón, por lo menos te habrá venido la regla ya ¿No?
-Y a ti que te importa. ¿Cuántos años tienes tu, tan creído que te lo tienes? Quítate el casco, y así puedo verte.
La chica no duda en quitárselo.
-Tengo veinte años, me llamo Isabelle, aunque prefiero que me llamen Isa, más que nada para cuando estamos en medio de una guerra que no tengan que gritar un nombre demasiado largo, estos hombres son muy vagos.
Ane mira a Isa con ojos como platos, ojos negros, pelo rubio recogido en un moño,,,
-Yo…yo me llamo Ane a secas.
Esta nerviosa. Nunca le ha pasado esto.
-Pues encantada chiquilla, ya sabes, si alguna vez necesitas compañía, aquí me tienes para charlar, suelo aburrirme bastante vigilando esta parte. Mi turno es a partir de las cinco de la tarde. Para tu información.
-Va…Vale, me tengo que ir, gracias por todo.
-Nada- Dice isa poniéndose el casco- ha sido un placer, hasta pronto.
-Adiós…

Ane da media vuelta y se dirige al pueblo de nuevo. Se a entretenido tanto que no le a dado ni tiempo a pensar en ver a John. Bueno, ya le verá cuando salga de ese sitio. Si es que sale vivo.

Capitulo 2 Parte 1

Cierra los ojos.
Siente un inmenso dolor en la nuca.
Pierde la conciencia

John abre los ojos. Lo primero que hace es pensar e intentar recordar lo que a pasado, se acuerda de su hermano, el sargento que se abalanzaba sobre el, del arma que sujetaba en esos momentos. ¿Y después, que pasó?
Observa el techo de la estancia en la que se encuentra, un techo grisáceo y soso, como todos los del poblado. Decide levantarse para visualizar su alrededor. Ve que simplemente es una habitación, hay un jarrón sobre una mesita al lado de la cama en la que se encuentra sentado, hay una pequeña ventana en la que comprueba que efectivamente sigue estando en el poblado. En la esquina de la habitación hay un espejo en el que decide mirarse.
Tiene unas ojeras inmensas, y observa como sus ojos marrones están cansados, lleva el pelo sucio y grasiento, necesita ducharse, es lo que piensa, pero sabe que no puede.
De repente en el reflejo del espejo ve otra cama, se había olvidado del otro lado de la habitación. Se gira inmediatamente y en la segunda cama ve al sargento que se echó sobre él para detenerle, necesita que alguien le explique qué pasó.
La puerta suena, y entra su padre con cara de pocos amigos.
Enseguida Patt ve a su hijo levantado mirándole confuso, va hacia el y le da un puñetazo en la cara que hace chocar a John contra la pared mas cercana. Este se tapa con la mano el lugar donde su padre le a dado, mientras siente un pinchazo doloroso en la nuca.
-¿Eres consciente de lo que has hecho,?-Pregunta susurrando su padre furioso como si el sargento que yace en la cama pudiese oírles-¿Sabes en el lío que me acabas de meter a mi y en el que te acabas de meter a ti mismo? Tienes suerte de ser mi hijo y de que de esta forma te libres un poco del castigo que te pueden llegar a poner, y de que la rebelión no este en este momento como para preocuparse demasiado por estos asuntos, pero no te libraras de un juicio, te lo aseguro. Has atacado a un sargento y todavía no se sabe ni si lo has matado, eso es sentencia a muerte en el gobierno.
-No estamos en el gobierno.
-Mira capullo, yo nunca e pedido tenerte como hijo, y menos después de lo que me estas demostrando últimamente, comportándote como un niñato. ¿Tan difícil es comportarse?
-Yo tampoco te pedí como padre, y sabiendo que puedo morir en cuanto se os ocurra hacer un ataque contra esa ciudad sí, es difícil.
-No será difícil si entrenas la mayor parte del día. Nos jugamos mucho, y cada soldado cuenta, incluido tú.
-No se ni manejar un arma.
-Aprenderás, te lo aseguro.
-¿Tan grave es como para hacer un juicio en medio de una revolución?-pregunta John.- ¿Acaso tenemos juez?
-¿Te parece leve atacar a un hombre de alto rango? Y somos aproximadamente cuatrocientas personas. Seguro que alguien puede hacer de juez.
-Para mí es una persona igual que yo. Y para que me pongan una condena antes me escapo de este maldito sitio.
-Si no te echan.

-Que me echen si tan mano dura tienen.

Capitulo 1 Parte 2

-Donde vamos- Pregunta John mientras los guardias pasan del campo de pruebas.
-Todavía te queda una persona con la que hablar.-Responde uno de los guardias.
Le arrastran como si fuera una marioneta y lo llevan hasta el edificio mas grande de todos. No son gran cosa pero lo suficiente para no llamar la atención del gobierno.
John siente como la tierra desgarra sus pantalones cuando es arrastrado cada vez mas, cuando entran al edificio se encuentran con un recibidor bastante sucio y desordenado, los guardias le suben por unas escaleras estrechas y de piedra que le conducen a la segunda y última planta. Atraviesan una sala llena de hombres trajeados y guardias vigilando. Llegan a una puerta y entran.
Nada más entrar John ve a Dereck en la silla de un despacho, con una mesa extensa por delante y varios papeles desperdigados sobre la mesa. Los guardias empujan a John a una silla y lo sientan justo delante de Dereck.
-Fuera de aquí-Dice Dereck a los guardias.
Estos se retiran de la sala dejándoles solos, John observa el cuarto, lleno de cuadros y plantas por todas partes, detrás de Dereck divisa un gran mapa en la pared del continente entero. De Trambel.
Despues de eso su vista va directa a los ojos de Dereck, uno de ellos es negro, y el otro, para sorpresa de John, rojo como la sangre misma. Es un hombre de unos treinta y ocho años, pelo rapado, piel morena y traje aburrido, el típico sargento.
O quizás no tan típico.
Dereck busca entre los papeles que tiene encima de la mesa hasta que da con uno en especial.
-John Resfield, hijo de Patt Resfield…-dice después de un rato de silencio.- ¿Eres consciente de que eres el hijo de uno de los agentes mas resistentes de este lugar chavalote?
-De lo único que soy consciente es de que estoy rodeado de asesinos, ya sea en la ciudad o aquí. Todos. Lo único que queréis es sangre, la sangre atrae demonios.
Dereck parece sobresaltarse con la última frase que dice el chico.
-No sabes nada de demonios, niño.
-No me llames niño, te lo agradecería- dice John desafiante- ¿Te llamo yo cuarentón?
-Veo que eres algo maleducado, ¿Qué clase de educación te ha dado Patt?
-La ocasión no me impide ser maleducado, y la educación que me a dado ese se le llama aquí te pillo aquí te meto una ostia.
-Eh visto como disparabas antes.
-Lo se ¿Y?
-Eres realmente malo en esto.-Le dice Dereck- pero veo valentía en ese corazón débil muchacho.
-Mi corazón no es débil, es generoso.
-TU CORAZON NECESITA VIDA Y ADRENALINA PARA SACAR A ESE VALIENTE QUE TIENES DENTRO.- Dereck se levanta y mira a John con furia. Éste ve en los ojos de Dereck algo realmente extraño.- Estas aquí para luchar, la gente de ese gobierno no hacía más que torturarnos, utilizarnos, y eso no volverá a ser así. Hay gente que se ha quedado allí, muchacho, y tú tienes la suerte de estar en este pueblecito y de que te hayamos acogido. Tú verás, pero si te vas del ejército, te vas también del pueblo. Si tanto quieres a esa ciudad, vete con ellos, pero el día que ataquemos no te quejes si te pegan un tiro en toda la frente. La culpa será tuya, lo que te toca en este momento es hacer caso a todos y todo saldrá bien.
John se queda sin palabras. Quiere salir de allí ya, y ver a Ane, solo a ella, la que siempre le ha estado apoyando, aunque eso suponga volver a la ciudad. Pero de momento no puede hacer nada.
-¿No piensas decir nada?-pregunta Dereck.
-Sí. Que tengo que entrenar
Dereck sonríe.
-Así me gusta.

John sale de ese asqueroso edificio y se dirige a la zona de entrenamiento. Por lo visto ya han acabado con la primera prueba todos, y van ya por la segunda, que es parecida a la primera. Tienen que coger una pistola y tirar a varios objetivos con un mecanismo que los hace aparecer y desaparecer al instante. Se pone al final de la fila y espera.
El sol le da en toda la cara. Esto de que los entrenamientos sean al aire libre le va a matar. Lo sabe. La fila va avanzando mientras varios disparos suenan de fondo. Decide sumergirse en sus pensamientos y observar su alrededor. Hay pocos edificios, pero los justos para un ejército que va a tomar una ciudad, a las afueras se puede llegar a ver Trambel, pero no puede ver el pueblo, una gran capa de tela cubre las vallas y no le deja ver casi nada, simplemente el alto edificio del gobierno al fondo.
Tendría que haberse quedado con Ane en la ciudad, por lo menos así estarían juntos y podrían ir a dar paseos por el campo como les gusta. Pero no, el está allí, y tiene que hacerse a la idea. La fila a avanzado y ni se a dado cuenta, queda una persona delante de el, asique se va preparando, en ese momento se acuerda de sus clases de educación física con Ane el último año, cuando hacían cola para hacer la prueba que les mandaba el profesor, Pero no, tiene que olvidarse de eso de momento, ahora tiene que concentrar su atención en sus objetivos. Uno de los sargentos le llama para que empiece ya con la prueba.
Le dan una pistola bien cargada y se dispone a apuntar. Otra vez los nervios.
Sale el primer objetivo. Dispara. Falla.
Sale el segundo. Dispara. Falla de nuevo.
-Que malo eres- John distingue perfectamente esa voz que le grita, la de su hermano mayor, pero prefiere no hacer caso.- ¿Así piensas proteger a tu queridísima Ane?
Sale el tercer objetivo. Dispara. Esta vez roza el objetivo. Por muy poco.
Le queda una bala y todavía no ha acertado ninguna. Tiene que hacerlo como sea.
-Ella nunca te querrá-grita el hermano- Todo el pueblo sabe que es bollera, no merece la pena ponerte como te pones por ella.
John siente vergüenza. Su hermano le está poniendo en evidencia delante de todos, y encima dice algo que ni sabe. Miente. Si, Miente.
-Cállate- Le grita a su hermano mientras se gira.
-Sino que vas a hacer ¿Eh? Eres lo más débil que he conocido en mi vida, no te mereces ni ese apellido.
John explota, alza su pistola y apunta a su hermano. No es consciente ni de lo que está haciendo, solo sabe que es capaz de hacerlo.
-¿Que vas a hacer con eso, niñato?-Dice su hermano algo intimidado- Baja eso anda, no tienes ni puntería para darme ni en el pecho, sino, prueba.
-Cállate-Repite John mientras oye como dos sargentos corren hacia el.-No os mováis- Les dice.
-Vamos hermanito, si solo te queda una bala, no te metas en líos.
-No te muevas-dice uno de los sargentos, entre ellos Dereck.- Estate quieto.
-Siempre has sido un cabrón, Jack- grita John dirigiéndose a su hermano-Sabes que te mereces lo peor.
Cuando John menos se lo espera uno de los sargentos se tira sobre el e intenta quitarle la pistola. El sargento forcejea, John se resiste, siente miedo. No sabe qué hacer, solo que se acaba de meter en un lio bastante gordo, pero el mal puede con la inteligencia.
Y dispara.


sábado, 23 de noviembre de 2013

Capitulo 1 Parte 1


Sujeta esa pistola por primera vez y se dispone a disparar a su blanco, ese maldito cacho de madera con una diana dibujada que lleva esperando con temor verlo desde hace tantos meses. Siente que no está preparado, la pistola no pesa demasiado, pero la sujeta con las dos manos por si  acaso. Le sudan las manos.
<<Tranquilo John, tan solo es apretar el gatillo>> Se dice a sí mismo. Maldice el dia que su padre le dijo que tenía que entrar en el ejercito en cuanto cumpliera diecisiete años, que donde estaban requería entrar a todos los hombres en ese pueblo fuera de visión de la ciudad del centro, normalmente se entraba con veinte y sentía que no estaba preparado . Estaban en pura rebelión contra el gobierno. John consideraba que era injusto que solo entraran hombres, es un acto de machismo bajo su punto de vista, las mujeres no son más débiles que los hombres, el piensa que la esperanza y el valor que no tiene un hombre lo puede tener una mujer que esta cosiendo telas para medio poblado, como su gran amiga Ane. Esa chica tan curiosa que conoció hace dos años, en su último curso de instituto. Espera con ansia acabar ya con eso para ir a verla y contarle como le a salido el tiro. Pero antes tiene que disparar.
-Vamos, renacuajo-oyó la voz de uno de los sargentos- no tenemos toda la hora para ti, tira de una vez
Y es verdad, tiene a unos veinte chicos plantados detrás de él, algunos igual de nerviosos, otros con ganas de probar como usar un arma de matar.
Asique sin pensarlo dos veces más, mira a su objetivo. Aprieta el dedo contra el gatillo y cierra  los ojos un instante.
Cuando los abre, lo único que ve es un agujero en el borde de la diana. Todo se va aclarando y oye risas procedentes de los chicos más valientes que esperan su turno, ni se molesta en girarse, solo ve a otro de los sargentos apuntando algo en un cuaderno.
-Pésimo-Casi grita este.
John cierra la boca antes de soltar alguna burrada contestando a ese miserable hombre.
-Te quedan muchas pruebas, pero antes el sargento Dereck te va a llevar a dirección, hay alguien que quiere hablar contigo.
Menos mal. John necesita descansar aunque solo fuera un segundo, sigue al tal Dereck hasta un edificio pequeño y entran. Nada más entrar vio a su familia esperándole. Su madre, su padre y sus dos hermanos.
-Hijo mío-dice su madre con cara de pena.-¿Qué tal te ha salido la primera prueba?
-No muy bien que digamos-contesta.
-Por no decir fatal-se ríe su hermano.
-Calla Erick, cuando pasen los cinco años que te quedan para entrar aquí no dirás lo mismo. Para mi es complicado.
-¿Complicado?-dice su hermano mayor de veinticinco años-Cuando participes en una guerra de verdad, cuando sujetes en tus manos un arma en el momento en que sepas que si fallas puedes morir, en ese momento te parecerá complicado, nenaza. Que por cierto, no te queda mucho para ello.
-¿Cómo?-exclama John sobresaltado-Papa, que quiere decir con eso?- le dirige la mirada.
-Hijo, siento decírtelo, pero…
-Patt-susurra su madre- déjame decírselo yo.
-De acuerdo Cat, díselo con tus palabras.
-Vas a pudrirte en ese ejército con padre y conmigo a partir de ya-suelta su hermano.
-¡Jack!-exclama su madre-¿no podías decirlo de una manera más sutil?
John siente que se le para el corazón. ¿Cómo que entra ya? ¿No le dejaran salir mas de esa zona rodeada de alambres electrificados ni para despedirse de la gente que le queda?
-Ane-susurra-¿ha venido?
-Ni se lo hemos dicho-suelta su hermano-Esa niñita va a quedarse más sola que nadie en este pueblucho de mierda.
-Eres un cabrón-grita John a su hermano mientras corre a azotarle esa cara de chulo engreído que tiene- Esa chica a echo por mi mas que todos vosotros en vuestra vida, ella es la que se merece despedirse de mi más que nadie y la que debería venir a “pudrirse” conmigo en este infierno. Nunca me dijisteis que entraría antes de tiempo, ni me ha dado tiempo a despedirme de ella.
-Vuelve a tocarme y te parto la boca- Dice su hermano con furia ignorando lo que a dicho, juntando su frente con la de John.
-John-Patt les aparta forcejeando.- Tu hermano va a ser uno de tus puntos de ayuda aquí, no te conviene  hacer cosas de estas, la pelea entre aliados significa un punto de ventaja que nos saca el gobierno. ¿Te recuerdo que las personas de alto rango en esa ciudad nos tenían esclavizados a todos? Si seguís así, los dos vais a acabar muy mal aquí.
Cat observa la escena con los ojos humedecidos por las palabras de su hijo, ella que siempre lo ha intentado dar todo por el, ahora se da cuenta que una niña de dieciséis años se ha preocupado más por su hijo que ella misma. Se odia a si misma. La odia.
-Quiero ver a Ane-Mira John a su padre con furia- Ya.
-Eso no será posible-Responde este.-Vas a tener que aprender a vivir sin esa chica hasta dentro de un año como mínimo, ahora despídete de tu madre y tu hermano.
John mira a Cat.
-Después de esto no pienso despedirme de nadie, no pienso volver a entrar ahí- John camina hasta la puerta de salida pero dos guardias con traje azul le detienen agarrándole de los brazos.
-Soltadme-gruñe mirando la puerta de salida con desesperación.
-Te necesitan aquí, cielo-dice su madre- Por el bien de todos tienes que colaborar.
John se revuelve pero los guardias ni se inmutan, cojen a John y se lo llevan al sitio del que ha venido.
-No- grita John- No, por favor, no.

-Adiós hijo- susurra su madre.

Prologo

-Que gente mas…
-Te entiendo,  Anne.
-¿Crees entender a todo el que se te pone por delante?
-A ti si.
-Te aseguro que no.
-Si.
-No.
-Parecemos novios cuando decimos cosas de estas.
-Vuelve a decir eso y te parto la cara imbécil.
-Vale vale, no me pegue usted.
Los dos se ríen
-Mira, a ti no te critican por ser lo que eres, ni como eres, yo soy una mujer  y no me dejan poner ni un pie en ese asqueroso ejercito contra el gobierno, se van a cagar cuando las mujeres invadamos este planeta y usemos a los hombres para que nos hagan la colada, eso si que les pondría firmes.
-Pues hasta  entonces habrá que joderse, a mi no me parece nada bien tener que matar gente.
-Gente que nos a tenido como esclavos durante años, John.
-Mañana empiezo las pruebas, hasta dentro de unas semanas no me iré, ni siquiera quiero irme.
-Pues yo mañana empezaré a tejer un jersey para la madre del panadero ¿te interesa? No, pues a mi tu aburrida vida tampoco.
Los dos miran entre los arboles  la ciudad que dejaron hace tan poco.
-John-Dice Ane
-Dime.
-Hazme un favor, mata a muchos cabrones, y disfrútalo por mi.
-Lo intentaré
-Lo haras.
-Lo haré