domingo, 24 de noviembre de 2013

Capitulo 1 Parte 2

-Donde vamos- Pregunta John mientras los guardias pasan del campo de pruebas.
-Todavía te queda una persona con la que hablar.-Responde uno de los guardias.
Le arrastran como si fuera una marioneta y lo llevan hasta el edificio mas grande de todos. No son gran cosa pero lo suficiente para no llamar la atención del gobierno.
John siente como la tierra desgarra sus pantalones cuando es arrastrado cada vez mas, cuando entran al edificio se encuentran con un recibidor bastante sucio y desordenado, los guardias le suben por unas escaleras estrechas y de piedra que le conducen a la segunda y última planta. Atraviesan una sala llena de hombres trajeados y guardias vigilando. Llegan a una puerta y entran.
Nada más entrar John ve a Dereck en la silla de un despacho, con una mesa extensa por delante y varios papeles desperdigados sobre la mesa. Los guardias empujan a John a una silla y lo sientan justo delante de Dereck.
-Fuera de aquí-Dice Dereck a los guardias.
Estos se retiran de la sala dejándoles solos, John observa el cuarto, lleno de cuadros y plantas por todas partes, detrás de Dereck divisa un gran mapa en la pared del continente entero. De Trambel.
Despues de eso su vista va directa a los ojos de Dereck, uno de ellos es negro, y el otro, para sorpresa de John, rojo como la sangre misma. Es un hombre de unos treinta y ocho años, pelo rapado, piel morena y traje aburrido, el típico sargento.
O quizás no tan típico.
Dereck busca entre los papeles que tiene encima de la mesa hasta que da con uno en especial.
-John Resfield, hijo de Patt Resfield…-dice después de un rato de silencio.- ¿Eres consciente de que eres el hijo de uno de los agentes mas resistentes de este lugar chavalote?
-De lo único que soy consciente es de que estoy rodeado de asesinos, ya sea en la ciudad o aquí. Todos. Lo único que queréis es sangre, la sangre atrae demonios.
Dereck parece sobresaltarse con la última frase que dice el chico.
-No sabes nada de demonios, niño.
-No me llames niño, te lo agradecería- dice John desafiante- ¿Te llamo yo cuarentón?
-Veo que eres algo maleducado, ¿Qué clase de educación te ha dado Patt?
-La ocasión no me impide ser maleducado, y la educación que me a dado ese se le llama aquí te pillo aquí te meto una ostia.
-Eh visto como disparabas antes.
-Lo se ¿Y?
-Eres realmente malo en esto.-Le dice Dereck- pero veo valentía en ese corazón débil muchacho.
-Mi corazón no es débil, es generoso.
-TU CORAZON NECESITA VIDA Y ADRENALINA PARA SACAR A ESE VALIENTE QUE TIENES DENTRO.- Dereck se levanta y mira a John con furia. Éste ve en los ojos de Dereck algo realmente extraño.- Estas aquí para luchar, la gente de ese gobierno no hacía más que torturarnos, utilizarnos, y eso no volverá a ser así. Hay gente que se ha quedado allí, muchacho, y tú tienes la suerte de estar en este pueblecito y de que te hayamos acogido. Tú verás, pero si te vas del ejército, te vas también del pueblo. Si tanto quieres a esa ciudad, vete con ellos, pero el día que ataquemos no te quejes si te pegan un tiro en toda la frente. La culpa será tuya, lo que te toca en este momento es hacer caso a todos y todo saldrá bien.
John se queda sin palabras. Quiere salir de allí ya, y ver a Ane, solo a ella, la que siempre le ha estado apoyando, aunque eso suponga volver a la ciudad. Pero de momento no puede hacer nada.
-¿No piensas decir nada?-pregunta Dereck.
-Sí. Que tengo que entrenar
Dereck sonríe.
-Así me gusta.

John sale de ese asqueroso edificio y se dirige a la zona de entrenamiento. Por lo visto ya han acabado con la primera prueba todos, y van ya por la segunda, que es parecida a la primera. Tienen que coger una pistola y tirar a varios objetivos con un mecanismo que los hace aparecer y desaparecer al instante. Se pone al final de la fila y espera.
El sol le da en toda la cara. Esto de que los entrenamientos sean al aire libre le va a matar. Lo sabe. La fila va avanzando mientras varios disparos suenan de fondo. Decide sumergirse en sus pensamientos y observar su alrededor. Hay pocos edificios, pero los justos para un ejército que va a tomar una ciudad, a las afueras se puede llegar a ver Trambel, pero no puede ver el pueblo, una gran capa de tela cubre las vallas y no le deja ver casi nada, simplemente el alto edificio del gobierno al fondo.
Tendría que haberse quedado con Ane en la ciudad, por lo menos así estarían juntos y podrían ir a dar paseos por el campo como les gusta. Pero no, el está allí, y tiene que hacerse a la idea. La fila a avanzado y ni se a dado cuenta, queda una persona delante de el, asique se va preparando, en ese momento se acuerda de sus clases de educación física con Ane el último año, cuando hacían cola para hacer la prueba que les mandaba el profesor, Pero no, tiene que olvidarse de eso de momento, ahora tiene que concentrar su atención en sus objetivos. Uno de los sargentos le llama para que empiece ya con la prueba.
Le dan una pistola bien cargada y se dispone a apuntar. Otra vez los nervios.
Sale el primer objetivo. Dispara. Falla.
Sale el segundo. Dispara. Falla de nuevo.
-Que malo eres- John distingue perfectamente esa voz que le grita, la de su hermano mayor, pero prefiere no hacer caso.- ¿Así piensas proteger a tu queridísima Ane?
Sale el tercer objetivo. Dispara. Esta vez roza el objetivo. Por muy poco.
Le queda una bala y todavía no ha acertado ninguna. Tiene que hacerlo como sea.
-Ella nunca te querrá-grita el hermano- Todo el pueblo sabe que es bollera, no merece la pena ponerte como te pones por ella.
John siente vergüenza. Su hermano le está poniendo en evidencia delante de todos, y encima dice algo que ni sabe. Miente. Si, Miente.
-Cállate- Le grita a su hermano mientras se gira.
-Sino que vas a hacer ¿Eh? Eres lo más débil que he conocido en mi vida, no te mereces ni ese apellido.
John explota, alza su pistola y apunta a su hermano. No es consciente ni de lo que está haciendo, solo sabe que es capaz de hacerlo.
-¿Que vas a hacer con eso, niñato?-Dice su hermano algo intimidado- Baja eso anda, no tienes ni puntería para darme ni en el pecho, sino, prueba.
-Cállate-Repite John mientras oye como dos sargentos corren hacia el.-No os mováis- Les dice.
-Vamos hermanito, si solo te queda una bala, no te metas en líos.
-No te muevas-dice uno de los sargentos, entre ellos Dereck.- Estate quieto.
-Siempre has sido un cabrón, Jack- grita John dirigiéndose a su hermano-Sabes que te mereces lo peor.
Cuando John menos se lo espera uno de los sargentos se tira sobre el e intenta quitarle la pistola. El sargento forcejea, John se resiste, siente miedo. No sabe qué hacer, solo que se acaba de meter en un lio bastante gordo, pero el mal puede con la inteligencia.
Y dispara.


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